jueves, 9 de agosto de 2012

Feliz Verano

Hay muchas cosas buenas que salen gratis. Pasear por la mañana temprano, cuando el sol es tierno, tímido como la brisa que coquetea con las hojas de los árboles. Caminar de madrugada por calles tan llenas de gente como en los mediodías del invierno, para asombrarse de la euforia silenciosa de las parejas que se besan en los bancos, o apoyadas en los pilares de las plazas porticadas. Los que viven cerca del mar lo tienen fácil, pero también es una fiesta meter en una tartera la comida prevista para consumir en casa, despacharla sobre una manta, en la hierba de algún parque, y tumbarse después a la sombra. Asistir a los conciertos de las bandas que suelen tocar en quioscos de parques y plazas mayores los domingos por la mañana. Y frecuentar las bibliotecas públicas, mientras duren.

Hay muchas cosas buenas que salen muy baratas. Una botella de vino para beberla despacio, en casa, al atardecer y entre amigos. Un buen libro de bolsillo, que proporciona una emoción que dura más que el vino y cuesta casi lo mismo. Un cine de verano, el lugar ideal para hacer manitas. Una ración de ensaladilla rusa y dos cañas, en la terraza de un bar cualquiera, antes o después del cine de verano. Enamorarse es un milagro todavía más barato, tan caro que, sin embargo, no se puede fabricar.

El verano es el tiempo de la felicidad. Apúrenlo y no piensen en el invierno que nos espera. Porque nuestros abuelos lo tuvieron muchísimo peor que nosotros y si no hubieran vivido, si no hubieran sabido disfrutar de la vida, si no se hubieran enamorado en tiempos atroces, nosotros no estaríamos aquí. Si existe una cosa que sabemos hacer bien los españoles es ser pobres. Lo hemos sido casi siempre, pero eso no nos ha hecho más desgraciados, ni más tristes que los demás. Recuérdenlo y sean felices, porque la felicidad también es una forma de resistir.



 ALMUDENA GRANDES, para 'El País'

lunes, 16 de julio de 2012

Uno y uno no siempre son dos

    Uno más uno no siempre suman dos; y de igual manera, dos no es igual a uno más uno. Esta ecuación, que en un principio podría parecer sencilla, esconde un binomio de solución cuanto menos compleja; y ésto cuando la tiene. Para que cualquier procedimiento empleado en su resolución sea válido, habríamos de partir de una base que respalde cada paso lógico usado, y debe, en consecuencia, demostrarse cada afirmación no trivial. Aún así, estaríamos corriendo grave riesgo de caer en el error, ya que nosotros, los humanos, ni mucho menos somos números reales. Y conviene tenerlo en cuenta, ya que nuestra mente, profundamente empírica y cuadrada, a veces puede olvidarse de ciencias menos absolutistas. No existe axioma ni ciencia exacta que nos desvele la incógnita de manera absoluta.

    De entre las diversas formas de interacción biológica que se dan entre seres nos encontramos con pares cuya mezcla a veces no resulta siempre aditiva. Así, uno y uno no serían dos. Lo vemos en todas partes, en la naturaleza misma. La simbiósis biológica abarca un gran espectro de relaciones y en este afán por sumarlo todo se pueden caer algunos. Nos encontramos con las relaciones mutualistas, por ejemplo, en las que uno y uno pueden ser dos, tres, cuatro y hasta cinco, siempre a pares. Es cuando al sumar, se multiplica. En el caso de tratarse de elementos neutros, ésos que ni suman ni multiplican, el resultado varía poco o lo reduce a nada. Y por ejemplo, en el caso de las parasitarias, el resultado del binomio uno más uno resultaría negativo. Resta. Pero ésto no acaba aquí, se podría seguir así con un sinfín de interacciones, tantas como respuestas obtendríamos para nuestra ecuación; prácticamente una por cada par, una incluso para cada persona.

    Y es que sólo tenemos que salirnos de tanta racionalidad para encontramos con que la pista ya la daba Lorca en aquel 'Pequeño Poema Infinito' al afirmar que "el dos no ha sido nunca un número, porque es una angustia y su sombra".




J.M

viernes, 8 de junio de 2012

miércoles, 23 de mayo de 2012

If... Lección Magistral


Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros
cuando otros la pierden y te cargan su culpa,
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan,
pero aún así tomas en cuenta sus dudas;
Si puedes esperar sin que te canse la espera,
o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda,
o ser odiado sin dar cabida al odio,
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad:
Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía;
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta;
Si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino
y tratas de igual manera a ambos impostores,
Si puedes tolerar que los bribones,
tergiversen la verdad que has expresado
y que sea trampa de necios en boca de malvados,
o ver en ruinas la obra de tu vida,
y agacharte a forjarla con útiles mellados:
Si puedes hacer un montón con todas tus victorias
Si puedes arrojarlas al capricho del azar,
y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos
sin que salga de tus labios una queja;
Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero
y resistir aunque tus fuerzas se vean menguadas
con la única ayuda de la voluntad que dice: “¡Adelante!”
Si ante la multitud das a la virtud abrigo,
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez,
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa;
Si puedes rellenar un implacable minuto
con sesenta segundos de combate bravío,
tuya es la Tierra y sus codiciados frutos,
Y, lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!




Rudyard Kipling

jueves, 27 de octubre de 2011

La vida no es acerca de encontrarte a ti mismo. La vida es acerca de crearte a ti mismo.

 

George Bernard Shaw


jueves, 22 de septiembre de 2011

Cardiff







La aventura de no viajar solo.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Vuelo Transoceánico




Y uno no recuerda hasta qué punto nació para eso...

Extraño método de ahogar la sed, aquí... Al otro lado del río.